Mopongo
Eso lo sabe el más lerdo
El primo de Zumosol
Donde dije digo...
DE NUEVO LA BANANA
«Gente gorda»
EL DIPUTADO ERREJÓN
¡Oh, tú!, Amnistía
A Sísifo
De tomates, y otras frutas y hortalizas
¡Qué dura es la vida!
DESARME, ALTA VELOCIDAD Y…SUS CONSECUENCIAS
DINKS
Calafatear
Las elecciones y el «Efecto Casandra»
«Hasta el último ucraniano»
De Odiseo a Proserpina
A la Bandera le da igual
As bestas
El Día de la Marmota
«Cambalache»
Los Reyes Magos y el anarquismo
¡Si hubiéramos ganado el Mundial!
Acción de Gracias
Fútbol y Derechos Humanos
¡Oiga, yo ni un duro…!
Querido Pablo
Los Cinco
Unidas...ya no Podemos
Proponer o no proponer...
El cencerro
La V invasión vikinga
El Metaverso
Transporte público
El Silbo gomero
El Emérito ¡eh!
Vaya racha
El faltoso
Un pelotón de soldados
No a los polvorones
Voluntad de Vencer
Habitación “suite”
Efecto Tanxugueiras
No queda, solo hay fila quince y detrás de la columna.
La "mesa" de Putin
Ponnos un güisqui
FILOMENA: EL FIN DE UN MITO
EL NEGOCIADOR QUE LO NEGOCIE...
NO SE PREVIÓ
FISCALIDAD PROGRESIVA
El Gobierno ha expuesto, por fin, su programa para regresar a lo que ha llamado “Nueva normalidad”. La verdad es que la expresión me parece poco afortunada, creo que lo de “nueva” sobra, aunque solo sea por las connotaciones históricas que las mentes más retorcidas pueden sacar a pasear; pero bueno: ahí está.
Ha optado el Ejecutivo por aplicar las medidas tomando como base el ámbito provincial. Personalmente no creo que sea el más adecuado. Tampoco las Autonomías, que en muchos casos no guardan ningún tipo de ordenación territorial coherente para atajar el problema de control de la pandemia, sino más bien con el afán obsesivo de los responsables políticos por recuperar su silla curul. Y si el Gobierno lo que necesitaba era remarcar que la responsabilidad seguía siendo suya, (al menos mientras dure el Estado de Alarma) y por lo tanto el Mando, pues lo podría haber hecho a través de recabar las opiniones de sus representantes, esta vez sí, autonómicos, y hacerlos coparticipes de las mismas, que para eso los tiene; pero de todos, tirios y troyanos.
Creo, pues, que el municipio hubiera sido un entorno más coherente para lograr un regreso lo más ordenado posible a la normalidad que todos ansiamos. Es cierto que en algunos casos, cuando los municipios estén muy próximos y constituyan conurbaciones habría que considerarlos como un mismo núcleo poblacional, pero a efectos de recuperar la vida diaria ¿qué tiene que ver un pueblo de la Sierra de Madrid con la Capital? Nada en absoluto.
España tiene algo más de ocho mil municipios. Los grandes consistorios necesitarán – obviamente – de unas medidas progresivas para recuperar la normalidad, nadie lo pone en duda; pero una gran descentralización en la ejecución de las medidas de “desescalamiento”, permitiría ya inicialmente a varios miles de esos ayuntamientos crear cápsulas territoriales que no necesitarían de ningún tipo de subdivisión en fases.
Nadie mejor que un alcalde conoce su municipio, a sus gentes, sus costumbres, sus necesidades. Nadie mejor que él para cumplir con su obligación y gestionarlo.
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