Vie 25 octubre 2024
EL DIPUTADO ERREJÓN
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El diputado Errejón
nos ha dejado pasmados
cuando sin aviso previo
—o al menos eso han contado—,
se ha pregonado urbi et orbi
que es un Don Juan trasnochado.

La vida te da sorpresas:
sorpresas te da la vida.
Y resulta que detrás
de esa figura escurrida,
sus pantalones de pijo
y sus camisas ceñidas
escondían un Sileno
como nadie suponía.

Como no ha sido soldado,
Errejón nunca ha aprendido
qué los hombres educados
saben que deben pedir
permiso para empezar,
permiso para seguir,
dar gracias al terminar,
y cuando se quieren ir
nunca olvidar preguntar
si hay que cerrar al salir.

Claro que tampoco ayuda
haber sido diputado.
Porque allí en el hemiciclo
están tan juntos sentados
—y se pasan todo el día
tocándose los cojones
en sentido figurado—
que no es raro que confundan
sus huevos con los de al lado.

Lo despistó el que fue lema
y emblema de su partido;
qué proclamó petulante
—y conjugó en modo altivo
obviando el interrogante—,
el verbo en indicativo.

Y de tanto repetir
«Sí se puede, Sí se puede»,
Errejón no se dio cuenta
qué meterse en una cama
siempre ha sido un vicio regio
—si no te invita la dama—,
pero nunca un privilegio
de un alma republicana.

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