Dedicado a la Federación Internacional de Centros Asturianos (FICA) en el acto de entrega de la Carabela de Plata a la Televisión Asturiana, 2 de agosto de 2024. El alma, me dejé el alma en aquel pueblín pequeño que en mitad de la ladera manchaba los prados verdes con el rojo de sus tejas. Donde lindaba las vacas, cuando dejaba la escuela, mientras veía los valles si levantaba la niebla. Donde un día de San juan, volviendo de la verbena, te di un beso y te juré que no habría para mí otra mujer en la tierra. Pero los sueños no bastan para ocultar la miseria. Y otras voces pregonaban —como cantos de sirena—, que al otro lado del mar me esperaban las riquezas. Desde el puerto de El Musel zarpamos con la marea: con lágrimas en los ojos al alejarnos de tierra. Largó el bajel todo el trapo, y al salir a mar abierta el capitán ordenó navegar a toda vela. El timonel gobernó la nave con mano experta, y aproando hacia occidente puso rumbo a las Américas. Ahora, cuando los años me confunden las ideas, y tengo Asturias tan lejos aunque la sienta tan cerca, rebusco entre los recuerdos a los que mi amor se aferra. Y en medio de todos ellos siempre aparece la estela que por la popa del barco dejaba la carabela.
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Un comentario
Es magnífico. Un aplauso para ti, a sumar a los muchísimos y bien merecidos que ya te han dedicado. Y los que te quedan.