Me dice mi compadre: “No te quejarás, esta semana tienes tema para rato”. Así que me pongo a ello por no defraudarlo.
La COVID sigue abriendo los telediarios y dice que: poco a poco, que nada de echar las campanas al vuelo, que esto va para largo. Eso sí, los gabachos llenan las calles y plazas de Madrid, que yo creo que desde la época de Pepe Botella, no se veía a tanto francés por la capital, mientras usted y yo no podemos ir al pueblo de al lado. Pero Manolita Malasaña calla porque su bolsa está llena.
“Lo de Murcia”, pues que quieren que les diga: de primero de Maquiavélicas. No se puede ser tan pardillo y dejarse engañar de esa manera.
“Lo de Madrid”, que se deriva de “Lo de Murcia”…miren, ya se sabe que en la Oposición hace mucho frío. Y como dijo Andreotti: “El Poder degasta…sobre todo al que no lo tiene”. Así que es posible que Ciudadanos sea historia dentro de poco: ya se verá. Una pena, porque su labor en Cataluña fue realmente encomiable. Ahora que parece que los separatistas quieren volver por donde solían, con un PP desaparecido, un Ciudadanos en crisis, Vox relegado a la buhardilla del Parlament y aprovechando que hoy llega la primavera, volverán las oscuras golondrinas a trinar: “España nos roba”.
Y luego el cupón más la paga: “¡Que se marcha El Coletas!”, grita mi amigo Elpidio. Bueno, tampoco había que ser Nostradamus, de hecho lo anticipaba yo en mi artículo del día diez “El abrazo”. Desde que se hizo pública la noticia los MCS no han parado de esgrimir teorías, de aventar supuestos, de calibrar posibilidades. ¡Yerran la mayoría! No le den ustedes más vueltas, Pablo se va, simplemente, porque se aburre. El político de raza, sólo disfruta durante unos periodos muy cortos, que son los que coinciden con las campañas electorales. Es ahí, cuando la ruleta gira, cuando se desprende a chorros la adrenalina, al igual que el ludópata solo disfruta realmente durante ese pequeño instante de incertidumbre.
Los periodos electorales son como la berrea. Los machos (candidatos masculinos, femeninos o no binarios) ante la presencia de hembras receptivas (urnas), lanzan incansablemente su bramido al aire y embisten, una y otra vez, al oponente político. A los demás nos aburren soberanamente (Soberanía constitucional, claro) mientras soportamos estoicamente el espectáculo. Y Pablo echa de menos berrear: esa libertad que proporciona la promesa que se otorga sin la necesidad de tener que cumplirla. Yo creo que con el tiempo terminará de alcalde de Galapagar. Y es que en España, el verdadero poder omnímodo se ha ejercido siempre en el ámbito de lo municipal. Pablo será un nuevo Pedro Crespo enfrentándose al don Lope de turno y recitándole aquello de:
Don Lope: ¿Sabéis que estáis obligado a sufrir, por ser quien sois, estas cargas?
Pedro Crespo: Con mi hacienda; pero con mi fama, no; al Rey, la hacienda y la vida se ha de dar; pero el honor es patrimonio del alma, y el alma sólo es de Dios.
Aunque no sé yo si estará dispuesto a perder el chalé.
Sin embargo, lo que me ha parecido verdaderamente relevante esta semana ha sido una noticia sobre el acercamiento a la creación de embriones humanos a través de células de la piel. Estamos cerca, muy cerca, y no, la ciencia no se va a detener por ningún tipo de consideración ética. No lo ha hecho nunca ni lo va a hacer ahora. En unos años, la creación de seres vivos al margen del proceso clásico de reproducción será una realidad. Desaparecerá así el último escenario de cooperación necesaria de hombres y mujeres. El individualismo habrá triunfado definitivamente y esa vieja aspiración del ser humano de igualar a su Creador, se habrá hecho realidad. Entonces, quizá pactemos de nuevo para regresar al Paraíso del que un día nos expulsó por nuestra soberbia.
Todo esto se lo cuento yo a ustedes, pero luego no lo vayan pregonando por ahí.