Lun 10 julio 2023
Una Nochebuena tranquila
Mas Relatos
Últimas Publicaciones
VERANO
PRIMER PREMIO EN EL X CERTAMEN LITERARIO «CONSTANCIO ZAMORA MORENO» VERANO Hombre segando Siervo de un amo al que desprecias, al que insultas entre dientes,...
Quiero Verlo
La mula Rubia
PRIMER PREMIO XXIII CONCURSO DE RELATOS «VÍCTOR CHAMORRO» Al salir de la curva, a Paco le pareció ver a alguien apoyado en uno de los olivos que había...
Quiero Verlo
Fallado el CONCURSO RELATOS «VÍCTOR CHAMORRO» 2025 a favor de Antonio Luis Vicente Canela
ACTA DEL FALLO DEL XXIII CONCURSO DE RELATOS BREVES «VÍCTOR CHAMORRO» 2025. Reunidos en asamblea los miembros del Jurado Dª. Greta Crespo Fernández, D....
Quiero Verlo
La vida del teniente coronel Canela: entre las operaciones especiales en Irak y la poesía en Alicante
Entrevista de Asturias Exterior>la nueva España, por Eduardo Lagar, 12 de agosto de 2025 Este militar avilesino jubilado, miembro de la directiva del...
Quiero Verlo
A mi padre
Finalista en el X Certamen Literario «Universidad Popular de Almansa»  ¿Qué hay detrás de ti, si ya no eres? ¿Si apenas recuerdas el nombre de tu hijo?...
Quiero Verlo
El volcán
Finalista en el IV Concurso de Sonetos «Hernán de Usero», del Ateneo Literario de Artes y Ciencias de Puerto Real, Cádiz.   El volcán La tierra reventó,...
Quiero Verlo
El trato
Finalista en el IV Concurso de Microrrelatos de la Asociación Cultural «Aguanaj» Era casi mediodía y hacía mucho calor. Lucía caminaba lentamente por la...
Quiero Verlo
El segundo premolar
Publicado por la Fundación Círculo de Burgos. Edición Círculo Creativo. VI Concurso de Microrrelatos. Pidió un paño, vinagre y un poco de sal para cortar...
Quiero Verlo

Publicado en el Nº 12 de la Revista «Alborismos». Año IV (2023), Trujillo, Venezuela.

Ya no tenía remedio. Lo mejor era abandonar la habitación, después pensaría cómo se lo explicaba a la familia. Apagó la luz y entornó ligeramente la puerta. Entró en el comedor como si tal cosa: repartiendo besos y abrazos. Haciéndoles carantoñas a los niños y sonriendo a su madre y a sus hermanos; hasta a su cuñada le sonrió, y mira que la tenía atravesada. Fue precisamente su cuñada —¿quién si no?—, la que  preguntó: «Sara, cariño, ¿le cambiaste la botella a papá?». ¿Papá? ¡Había que ser cínica! En cuatro años de enfermedad ni una sola vez, ¡ni una!, se ocupó de él: «Es que, como una hija…», decía la muy puta. Y ella allí: un día y otro día, cambiando pañales, limpiando vómitos… ¿Acaso no se merecía poder pasar una Nochebuena tranquila sin tener que levantarse de la mesa cada dos por tres? ¿Acaso no se lo merecía?

Un comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Apúntate a mi canal

Loading
La Octava Silla
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.