Cuando dejamos de vagar
VERANO
A mi padre
El volcán
El año que no hubo otoño
L´Estruendu
SOLEDAD DE FLORES MUERTAS
LA ESTELA
Tiempos de amor, honor y guerra en el Bierzo
La higuera
Aprehender el tiempo
Mi casa
El héroe en la batalla
Las mariposas del río
Ese mundo…ya no está
El río
Seis octavas para un recuerdo
Solo te recito un verso
Cántaros y agua
«Ocurrió en un mes de octubre...»
Castilla
Estaba tan cerca
La silla vacía: En recuerdo de Pepe Fuster
TERCER PREMIO EN EL V CERTAMEN INTERNACIONAL DE POESÍA
«CECILIO J. FERNÁNDEZ TESTÓN»
Ese río que ves, que te enamora,
fue en otra vida indómito torrente:
arrojado, tenaz, fiero y valiente,
muy lejos del raudal que fluye ahora.
Afrontando, sin rencor, su última hora
—su estertor que se anuncia por Poniente—,
alza el rostro orgulloso y mira al frente
entregándose a un mar que lo devora.
No pedirá perdón al Dios del río;
morirá en silencio, mansamente,
empeñando al final su último brío.
Quizá soñó un destino diferente
cuando, feliz en brazos del estío,
pensó que viviría eternamente.
2 respuestas
Maravilla, Luis. Redondo soneto.
¡Otro premio!
Enhorabuena.