No es la primera vez que traigo el asunto a estas páginas: no me gustan los tiempos verbales, ni los aforismos, para designar a los partidos políticos. Me parecen un error.
Yo creo que eso me viene de una novia que tuve cuando casi no tenía bigote (no tenía yo, la chica creo recordar que sí tenía algo), y que me dejó diciéndome: «Me gustas en pretérito imperfecto». Fue durísimo, porque tuve que empezar a pelearme de memoria con la Primera Conjugación para saber qué coño era lo que me estaba diciendo.
Ahora, escucho en las noticias que Unidas Podemos…se separa: «que se acabó el amor de tanto usarlo». Y es que la separación —por los motivos que sea—, arroja el aforismo al cubo de la basura, y eso es trágico.
Poder. Poder como capacidad de hacer algo. Todos ustedes han oído muchas veces estas frases: «Sí se puede»; «Poder es querer»; «Puede quien quiere» y muchas de parecido jaez. Son tremendas mentiras, aforismos más falsos que el cíngulo de judas. Frases que todos hemos dicho para levantar la autoestima, la nuestra o la de otros. Pero no son verdad. El acto volitivo no basta por sí solo. Hace falta capacidad, esfuerzo, condiciones necesarias, tesón….y suerte; si suerte. Un poco, tampoco mucha, pero algo sí.
La Psicología Positiva está detrás de todo este asunto. Y eso está bien. ¡Hay que tener un espíritu positivo, de superación! Porque hay muchas personas que han logrado cosas que parecían imposibles, pero no solo porque lo quisieran, pusieron algo más encima de la mesa. Porque…, entonces, ¿qué pasa con los que no lo lograron, los que se quedaron en el camino, en la cuneta? También ellos lo quisieron, mucho, denodadamente ¿Por qué ellos no llegaron?, ¿qué les falto?
Podemos arraigó en una generación a la que también le dijeron que «querer es poder», pero no poder como capacidad, si no como derecho. Que lo tuvo todo, o casi todo, bueno, dejémoslo en que tuvo mucho, y luego…, resultó que había confundido sus deseos con sus posibilidades.
Ahora, parece que ambas formaciones, regresarán por donde solían. Bueno debe ser que también han pasado a gustarse en pretérito imperfecto.