Mopongo
Eso lo sabe el más lerdo
El primo de Zumosol
Donde dije digo...
DE NUEVO LA BANANA
«Gente gorda»
EL DIPUTADO ERREJÓN
¡Oh, tú!, Amnistía
A Sísifo
De tomates, y otras frutas y hortalizas
¡Qué dura es la vida!
DESARME, ALTA VELOCIDAD Y…SUS CONSECUENCIAS
DINKS
Calafatear
Las elecciones y el «Efecto Casandra»
«Hasta el último ucraniano»
De Odiseo a Proserpina
A la Bandera le da igual
As bestas
El Día de la Marmota
«Cambalache»
Los Reyes Magos y el anarquismo
¡Si hubiéramos ganado el Mundial!
Acción de Gracias
Fútbol y Derechos Humanos
¡Oiga, yo ni un duro…!
Querido Pablo
Los Cinco
Unidas...ya no Podemos
Proponer o no proponer...
El cencerro
La V invasión vikinga
El Metaverso
Transporte público
El Silbo gomero
El Emérito ¡eh!
Vaya racha
El faltoso
Un pelotón de soldados
No a los polvorones
Voluntad de Vencer
Habitación “suite”
Efecto Tanxugueiras
No queda, solo hay fila quince y detrás de la columna.
La "mesa" de Putin
Ponnos un güisqui
FILOMENA: EL FIN DE UN MITO
EL NEGOCIADOR QUE LO NEGOCIE...
NO SE PREVIÓ
FISCALIDAD PROGRESIVA
El presidente en funciones –por muchos años- tiene un problema como el del campesino del cuento, que regresaba a su casa desde el mercado donde había comprado una oveja, una col y un lobo. ¿Lo recuerdan? Tenía que cruzar el aldeano un rio y en la barca no cabían más que él y dos de sus compras, lo cual le obligaba a transportarlas de una forma progresiva.
Es un cuento de lógica que, con diversas variantes, narran diferentes culturas. Unas sustituyen la col por semillas, el lobo por un zorro y la oveja por una cabra; así que bien podemos nosotros sustituirlas por los partidos políticos que están en aquello de hacer presidente a Sánchez. Eso sí, me permitirá usted que no establezca una correspondencia directa entre los personajes del cuento y los partidos políticos en cuestión, más que nada para no herir sensibilidades. Asigne la correspondencia de la oveja, el lobo y la col según su criterio, es usted muy dueño. La cuestión es que como saben por el cuento, el campesino no podía dejar solos en la orilla según a quien, no fuera a ser que al regresar de la otra orilla se encontrara con un desaguisado.
Hoy se ha escenificado el primero de esos desaguisados que pueden traer de cabeza al “campesino” si no acierta con la solución lógica en la estiba adecuada de la carga. Su “muy mejor amigo” lo ha dejado tirado como una colilla frente a la aprobación del Real Decreto-ley en materia de administración electrónica, contratación de las administraciones públicas y telecomunicaciones. En cristiano: evitar que los independentistas catalanes creen su republica digital. Lo ha hecho con la boca pequeña, absteniéndose, que es una forma de sí pero no, no pero sí, que yo nunca he entendido del todo, la verdad. Es como ese amigo que cuando vas a cenar en el restaurante te dice: – no me pidas nada que yo no ceno-, pero luego se sirve vino, pica un poco y toma café; y como no ha cenado, pues al final no paga.
Al final el campesino del cuento resuelve el problema. Pero claro es que los aldeanos son quizá los únicos seres humanos que quedan con capacidad de aplicar el sentido común en la resolución de un problema.
¿Será Sánchez capaz de cruzar el rio con sus compras? Vamos a ser optimistas: yo creo que sí. Bueno, ahora que caigo, si no es capaz de distinguir una Nación, a lo peor tampoco distingue una oveja de un lobo o de una col.
Suscríbete a mi canal y te informaré cada vez que publique un artículo, no utilizaré tu email para ninguna otra cosa.