El otro día me encontré a Dios. Lo vi serio, y me confesó que estaba ya algo harto. Bueno, la cosa no está para tirar cohetes – le dije yo -, pero en peores plazas has “toreao”. Me dijo que reconocía que el ser humano le había salido demasiado rana, que se había equivocado, vamos. Pues ¡a buenas horas!…eso lo deberías saber desde que Caín le pegó el quijadazo a Abel.
La cuestión es que Dios está cansado de que lo metan en medio de todos los fregaos. Y es que Dios me consta que es básicamente pacifista. Él dijo: “Creced y multiplicaos”, y ahí se quedó, no dijo nada de pegarse ni de tirarse cosas. Intentó medio arreglarlo luego con Moisés, que casi se lo cargan cuando bajó del Sinaí con los Diez Mandamientos. Dicen las malas leguas que la cosa fue más o menos bien hasta que llegaron a aquello de: “no desearás la mujer de tu prójimo”, y ahí se montó una tangana que pa qué.
Pero lo que a Dios lo que le va es la No-violencia. Lo de su hijo con los mercaderes en el templo, bueno un mal momento lo tiene cualquiera, y seguro que Jesús entró, lo vio todo hecho un desastre, con bolsas de plástico, o lo que usaran entonces para llevar a casa los yogures, por el suelo y se lio a latigazos. Pero a Él no le gustan las armas; como queda claro cuando, también por medio de Jesús, le dijo a Pedro – que este Pedro era un lanzao – que guardara la espada, claro que el tío ya le había cortado la oreja a Malco, que mira que tuvo tino; yo creo que iba a darle en la cabeza con toda la mala leche, pero el otro se apartó y, bueno, como luego Jesús le arregló lo de la oreja, pues no hubo denuncia ni nada.
Con Pablo de Tarso se tuvo que emplear más a fondo. Otro que era un prenda, persiguiendo cristianos por toda Asia Menor. A éste lo cegó con un rayo láser o algo así, y aunque la gente dice que lo tiró de un caballo, ¡ni caballo ni nada!, que hacían falta muchos cuartos para tener caballo en aquella época. Lo que pasa es que no se puede comparar una caída sin más, que al final parece un tropezón tonto, con una hostia desde un caballo, sobre todo para pintarlo luego en los cuadros.
La cosa es que con quien más cabreado anda es con la Virgen (su mujer y su madre, recuerden lo de Uno y Trino). Ya desde Canaán estaba un poco así con Ella porque no le sentó bien que le presionara para arreglarle el asunto del vino a los novios: “Oye, pues si no pueden pagar el convite ¿a qué se meten en bodas?” Pero bueno, como el favor se lo pedía su madre y tal…pues al final cedió.
Con el paso de los años la Virgen (en sus distintas advocaciones) se fue cada vez metiendo en más líos: la hicieron capitán general, alcaldesa de no sé cuántos pueblos…y ahora le da por meterse en el asunto del procés, poniéndose de parte de los indepes. Y es que Dios, aunque yo creo que es federalista, porque, al fin y al cabo hay que reconocer que les ha dado mucha manga ancha a las distintas religiones que lo adoran, indepe indepe, no creo que sea. Pues ahora, va la Moreneta y se pone de parte de los que están en la trena, y ya está el lio montado.
Nos despedimos amigablemente. Yo creo que le sentó bien desahogarse un poco. Lo vi como más relajado cuando se marchaba, y eso que me mosqueó un poco porque al alejarse se puso a silbar La Internacional ¿será Dios sanchista?