Fallado el CONCURSO RELATOS «VÍCTOR CHAMORRO» 2025 a favor de Antonio Luis Vicente Canela
La vida del teniente coronel Canela: entre las operaciones especiales en Irak y la poesía en Alicante
Donde dije digo...
DE NUEVO LA BANANA
«Gente gorda»
¡Qué dura es la vida!
DESARME, ALTA VELOCIDAD Y…SUS CONSECUENCIAS
DINKS
Calafatear
Las elecciones y el «Efecto Casandra»
«Hasta el último ucraniano»
A la Bandera le da igual
As bestas
El Día de la Marmota
«Cambalache»
Los Reyes Magos y el anarquismo
¡Si hubiéramos ganado el Mundial!
Acción de Gracias
Fútbol y Derechos Humanos
¡Oiga, yo ni un duro…!
Querido Pablo
Los Cinco
Unidas...ya no Podemos
Proponer o no proponer...
El cencerro
La V invasión vikinga
El Metaverso
Transporte público
El Silbo gomero
El Emérito ¡eh!
Vaya racha
El faltoso
Un pelotón de soldados
No a los polvorones
Voluntad de Vencer
Habitación “suite”
Efecto Tanxugueiras
No queda, solo hay fila quince y detrás de la columna.
La "mesa" de Putin
Ponnos un güisqui
FILOMENA: EL FIN DE UN MITO
EL NEGOCIADOR QUE LO NEGOCIE...
NO SE PREVIÓ
FISCALIDAD PROGRESIVA
HACE MUCHO CALOR
EN MANOS DE DIOS
KEEP PRESING
PALABRAS PARA UN FIN DEL MUNDO
SHORT METTING
QUE LE PONGAN UN CRESPÓN A LA MEZQUITA…
La izquierda independentista catalana ha dado un gran paso estos días al “sumar” a su dilatada lista de apoyos, al presidente de Venezuela Nicolás Maduro.
Si tenemos en cuenta que ya el tarraconense Alejandro Cao de Benós había dicho que el procés se seguía con gran interés en Corea del Norte, y que Kim Jong-Un estaba al corriente del asunto, la lista de apoyos de líderes internacionales a la independencia de Cataluña se revela imparable.
Al PDeCAT se le han abierto las carnes cuando ha visto la fotografía del líder Venezolano con la estelada. No se pongan nerviosos (que diría D. Pablo). Maduro se pondría detrás de cualquier cosa si con ello sabe que molesta al Gobierno de España.
Yo no creo que los impulsores de la “revolución de las sonrisas” sean unos ingenuos. Lo que ocurre es que la verdad descarnada es muy dura y sobre todo prosaica; y que lo primero que pregunta cualquiera al que se le pida su apoyo es ¿y nosotros que sacamos del asunto? Porque eso es la política: quid pro cuo. De ahí la incomprensible simpatía para muchos de los votantes de Junts pel Sí, que demostró el expresidente Mas por el imprevisible Trump, tras su triunfo electoral. Claro que cuando le explicaron a Trump lo de la derecha y los antisistema metidos en la misma cama, él que de otra cosa no entenderá pero de camas… mandó de nuevo a la universidad al asesor.
En fin, ya puestos yo me quedo con Maduro; porque es probable que le queden dos telediarios y además que no veo yo a Puigdemont cortándose el pelo de una de las catorce formas reglamentarias para los hombres que están autorizadas en Corea del Norte, aparte de la del líder supremo que, lógicamente es exclusiva.